Proceso de hominización

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miércoles, 17 de julio de 2013

Los Reyes Católicos y la unión dinástica: integración de las Coronas de Castilla y de Aragón.



      El matrimonio entre Fernando e Isabel (1469) fue en secreto ya que la relación de los dos reinos era tensa. Ambos permanecían a las familias donde reinaban diferentes ramas de la dinastía Trastámara.

     Enrique IV, hermano de Isabel, cuando se enteró de la noticia, cambió su testamento para que a su muerte reinara su hija Juana la Beltraneja. En torno a las candidatas, a la muerte de Enrique IV, se formaron dos bandos en 1474:

     - Isabel se autoproclamó reina de Castilla, tenía el respaldo de algunos de los nobles más influyentes y de muchas ciudades castellanas, además, contaba con la ayuda del rey de Aragón.

     -En el lado opuesto, el rey de Portugal, revindicó la corona a Juana, con quien según lo acordado, contraería matrimonio con Portugal. Portugal contaba también con el apoyo de Francia.

     El desenlace tuvo lugar en la batalla de Toro (1476) y la Paz de Alcaçovas (1479) donde Portugal, reconocía a Isabel como reina de Castilla. En el mismo año, Fernando heredó el trono de Aragón.

     Los años de reinado de los Reyes Católicos se considera como el origen del Estado Moderno en España. España, al no tener ningún significado político, los Reyes Católicos no utilizaban la denominación de "Reyes de España".

     En 1475, Isabel y Fernando habían llegado a un acuerdo (la concordia de Segovia), en el que habían fijado las bases de un sistema de gobierno conjunto, pero su unión era solamente dinástico, no territorial.

Los reinos cristianos en la baja edad media: las rutas atlánticas (castellanos y portugueses). Las islas canarias.



     Hacia finales del siglo XVIII o un poco antes, se realizaron los primeros viajes a las Islas Canarias, organizado por comerciantes.

     La conquista del archipiélago Canario duró cerca de un siglo, desde 1402 hasta 1496. Varios factores fueron la causa de que se alargase tanto, como la falta de medios económicos, la fuerte resistencia que ofrecieron algunas islas y también, que las islas no eran tan ricas como muchos europeos suponían.

     La conquista de Canarias puede dividirse en dos fases: La primera parte realizada por Jean Bethencourt, quien a partir de 1402, somete a las islas de Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera; y una segunda parte bajo el reinado de los reyes católicos, con la conquista de Gran Canaria, La Palma y Tenerife.

    Por supuesto, los portugueses diputaron a los castellanos el dominio sobre las Canarias y, finalmente, el conflicto se solucionó por el Tratado de Alcaçovas (1479), que reservaba estas islas para Castilla a cambio de que los portugueses mantuvieran la exclusividad de la expansión por la costa africana.

     La conquista de Canarias fue el precedente de los viajes de Colón y la conquista de América por Castilla.