Proceso de hominización

Proceso de hominización

jueves, 22 de noviembre de 2012

Los reinos cristianos en la Edad Media: los primeros núcleos de resistencia



          
    Lo que había sido un estado unificado, lo desintegran, y en las montañas del norte se empezaron a organizar núcleos de resistencia cristianos hasta el siglo X.

  • Núcleos asturianos: En el año 722, Pelayo y los indígenas astures derrotaron a un ejercito musulmán en la batalla de Covadonga. A partir de ese momento comienza a originare el reino de asturias.
    • Alfonso I (739-757) Asume la herencia visigoda y establece el Fuero Juzgo aparte de otros elementos.
    • Alfonso II (791-842) Establece la capital en Oviedo y durante su reinado se descubre la tumba de Santiago, origen de la gran peregrinación.
    • Alfonso III (866-910) Lleva la frontera hasta el rió Ebro, ocupando el desierto del Duero "tierra de nadie". A su muerte, Ordoño II, traslada la capital a León, que se convertirá en el Reino de León.
  • Núcleo navarro: Los pirineos estaban dominados por el estado franco a manos del emperador Carlomagno y Al-Ándalus.

    En la batalla de Roncesvalles contra los francos (778) se impuso el reino de Pamplona, la dinastía Íñiga. El núcleo navarro llegó a su clímax con Sancho III "El mayor" (Rey de navarra desde el año 1000-1035) y extendió su poder entre Aragón y Castilla.

  • Aragón-Cataluña: Vifredo el Velloso, reconquistó algunos territorios a manos de los francos. Al morir, el terreno lo dividió entre sus tres hijos. Fernando I, unifico Castilla y Leon bajo el nombre de la corona de Aragón, aunque anteriormente su reino se había visto reducido con la independencia de Portugal.

    Después de la batalla de Muret (1213), los Reyes de la Corona de Aragón perdieron la mayoría de sus territorios y se orientó hacia el sur y el mediterráneo.

Al-Ándalus. El legado cultural



      Al-Ándalus nos ha  dejado las matemáticas, la astronomía, la medicina, los diferentes tipos de arco para la decoración, las cubiertas, la gran mezquita de Córdoba, originales bóvedas de nervios, la impresionante fantasía decorativa, la impresionante ciudad-palacio de medina Al-Zahra, la mezquita de Bib-al-Mardom posteriormente convertido en el Cristo de la luz.

      Otros ejemplos son como el palacio de la alfajería (Zaragoza), la torre de la Giralda (Sevilla), y el palacio granadino de la Alhambra.

    La técnica del regadío  el collar de la paloma, la orfebrería  las muaxajas, los villancicos, las acequias, los huertos, el ganado del gusano de seda, los jabones, los perfumes, las construcciones al estilo mudéjar,  los artesonados, las estructuras de las ciudades, adarnes (callejones sin salida). Arrabales (son los pueblos musulmanes)

La mezquita y el palacio en el arte hispano-musulmán



      El palacio de la Al-Hambra de Granada estaba compuesto por: el patio de machucha, el mexuar, el salón de comares, el patio de los arrayanes, el salón del trono, la torre de comares, el patio de los leones, los baños, la sala de las dos hermanas, la sala de abencerrajes y por el partal.

      Las características de este arte nazarí son: es un arte religioso y militar, es un arte pobre pero muy decorada, esta el gusto por los sentidos (lo sensual), está construido por materiales muy pobres como por ejemplo el ladrillo y el yeso.

    Hay contrastes entre el interior (que suele estar muy cuidado) y el exterior, se utiliza el "horror vacui" (miedo al vacío), esta la integración del paisaje en la arquitectura, destaca lo poco naturalista, la abstracción.

    En la decoración predomina los diferentes tipos de atanriques, las lacerias y las epigráficas, pero sobre todo los diferentes tipos de arcos.

Al-Ándalus: La organización económica y social



     Economía: Hay importantes cambios en el terreno económico. Tiene una economía abierta a base monetaria.

     El califato controló la ruta del oro donde también llegaban los esclavos. Hay cambios importantes en la agricultura como la práctica del regadío (novedades como la noria), cultivos de cítricos, el arroz, el algodón o el azafrán, los alimentos principales (cereales, vid y olivo), almendros, frutales, morena, piñones....

     En la ganadería hay un descenso de la cabaña porcina ya que el Corán prohíbe comerlo y hay un desarrollo del ganado ovino y equino. También hay actividades artesanales como telas, sedas, brocados, cordobanes, cuero... También se creó la técnica del repujado, la taracea (madera), el cristal soplado, la cerámica, eran buenos yeseros, pintores.... Una de las ideas musulmanas más importantes fue la aparcería (las tierras que poseían daban la mitad a un campesino y el amo se quedaba una parte del beneficio obtenido del campesino).

     En la minería se cultivaba sobre todo plomo, cobre, plata, cinabrio y oro.Hacían fabricación con la piel, cerámicas y armas. En la exportación sobre todo era de aceite, higos, azúcar, uvas, oro y esclavos.

    Sociedad: Una de las características de las sociedades musulmanes es que tienen una sociedad abierta, es decir, que se puede subir de escala social, en cambio, en la sociedad cristiana, era cerrada; no se podía subir de escala social y todo dependía de la sangre.

    Aunque vivían en el medio rural, las ciudades tuvieron una gran importancia. Judíos cristianos y musulmanes convivieron juntos y fueron protegidos por el islam. Se empezaron a hablar de los muladíes (pasan del hispano-visigodo al islam) y los baladíes (cristianos) y los mudéjares (musulmanes en tierras cristianas)

    Había diversidad étnica: Árabes, judios, bereberes, mozárabes,... que fueron perseguidos en el siglo X por Abd-al-Raham III.

       La sociedad estaba dividida en:

  • JASSA - Aristocrácia
  • AMMA- Clase media
  • FATA- Clase baja
  • WALA - Esclavos

 En Al-Ándalus existía la condición de la mujer. Era una sociedad muy culta.

Al-Ándalus. La crisis del siglo XI. Reinos taifas e imperios norteafricanos



          A la muerte de Almanzor en el 1002, el califato de Córdoba se fue debilitando hasta desaparecer en el año 1031 y Al-Ándalus se fragmentó en 34 territorios llamados taifas.

          Aunque algunos reinos taifas alcanzaron cierta prosperidad económica y cultural, su debilidad militar y las continuas rivalidades entre ellos les impedían resistir los ataques de los reinos cristianos.

         Para evitar estos ataques, los taifas pagaban a los reinos cristianos unos tributos anuales llamados parias. Mientras tanto, el avance de la reconquista cristiana culminó con la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso IV de Castilla.

         Este proceso de conquista no fue lineal, pues hubo algunos momentos de corta duración en los que la unidad andalusí pudo reconstruirse.

         El impulso vino del norte de África. La pérdida de Toledo fue un duro golpe para los musulmnes de Al-Ándalus. Su reacción fue pedir ayuda al poder que se había echo fuerte al otro lado del estrecho: Los almorávides (agrupación de tribus bereberes).

         Aunque consiguieron frenar a los cristianos, el poder no duró mucho. A mediados del siglo XII, Al-Ándalus se vino abajo y la fragmentación política se denominó segundos reinos de taifas.

       Más tarde llegaron los almohades (también formado por tribus bereberes), unificaron nuevamente Al-Ándalus y les hicieron frente a los cristianos. Lograron algunos éxitos, pero a partir de la derrota en las Navas de Tolosa (1212), el avance cristiano fue imparable y la España musulmana acabó reducida al pequeño reino de Granada.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Evolución política de Al-Ándalus: conquista, emirato y califato de Córdoba.

        

    Aprovechando la crisis interna del reino visigodo, tropas musulmanas compuestas por árabes y bereberes cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 iniciando la conquista peninsular.

    Un ejército bajo el bereber Tariq, luchó contra el último rey visigodo, Rodrigo, en la batalla de Guadalete. Rodrigo perdió la vida en el combate.

    Hacia el 718, prácticamente todo el territorio había sido ocupado, debido a que una gran parte de la nobleza visigoda pactó la sumisión y el pago de tributos a cambio de conservar sus tierras, y solo las regiones montañosas de las zonas cantábricas y pirenaicas escaparon de su control.

     La mayor parte de la península se convirtió en el califato islámico de Al-Ándalus: Se colocó un emir o gobernante que actuaba como delegado del califa musulmán, perteneciente a la dinastía de Omeya. La dinastía de Omeya fue víctima de la revolución Abasíe. Un miembro de la familia derrotada escapó, refugiándose en Al-Ándalus, donde se proclamó emir. Abd-al-Raham I comenzó en Al-Ándalus el periodo como emirato independiente, ya que acabó con la dependencia política de los califas abasíes.

    Abd-al-Raham III decidió proclamarse califa, cargo que unía el poder religioso y el político, y proclamó el Califato de Córdoba, que constituye el máximo esplendor andalusí.

     El modelo de jerarquización estaba inspirado en Siria y Bizancio. Estaba dividido en:


    Organización Central:
  • El califa también se podía llamar emir, imán, príncipe de los creyentes.
  • Los componentes del estado eran: los visires eran los ministros, el Hachib era el llamado primer ministro (Almanzor fue el último), los cadíes eran los jueces, el canciller era el sello real, la hacienda eran los impuestos y el ejército.
  • El conjunto de todos los componentes era el Diwan.


    Organización Territorial: 
  • Los walíes eran los gobernantes. Había tres coras (fronteras):
    • La superior: En el Ebro
    • La mediana: En Toledo
    • La inferior: En el Tajo

    
    Organización Municipal:
  • Sahid-al-Madina (Señor de la ciudad) - El alcalde
  • Sahid-al-Suq (Señor del zoco del mercado) - El zabazoque
  • Sahid-al-Shurta (Señor de la orden) - El policía
  • Sahid-al-Mazalim (Señor de las injusticias. Dependen de los cadíes)


    La ceca era el lugar donde se acuñaban las monedas y las razzas eran los castigos (envenenar las aguas, quemar los cultivos, etc)

    El corán rige la ley y era un estado absolutista, teocrático, autocrático y centralizado.

Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instituciones y cultura

       

   El final del imperio romano se vio marcado por grandes movimientos migratorios conocidos como "bárbaros" por los romanos. Las fronteras se empezaron a verse presionadas y los emperadores tendieron a gobernar de una forma dictatorial.

    El aislamiento de Hispania se acentuó a partir del año 206 por la invasión de la península por bandos francos y alamanes. La reacción del pueblo mostró su debilidad: El imperio encargó a los visigodos, pueblo germánico asentado al sur de Francia, mediante un pacto con roma, penetrar en la península y expulsar a los invasores.

    Por un lado, al caer el imperio romano de occidente, los visigodos instalaron su propio reino mientras en el norte, tras la derrota con los bárbaros, instalaron su propio reino en la capital de Tolosa, al sur de Fracia.
 
   Leovigildo y su hijo Recaredo, consiguieron echar  a los bizantinos. Los pasos posteriores fueron clave en el proceso de integración en la población visigoda y los hispanorromanos: El monarca se apoyaba en una serie de instituciones de gobierno (Aula regia, los Concilios de Toledo y el Fuero Juzgo).

   Los poderes del rey eran amplios: juez supremo, jefe del ejército, legislador, encargado de la guerra y de la paz.

   Como los intercambios se hicieron cada vez menos frecuentes, las antiguas vías de comunicación romanas cayeron en desuso. La economía se ruralizó y la agricultura y la ganadería se convirtieron en actividades básicas.

   Se estudiaba las siete artes mágicas, compuestos por el Trivium (gramática, dialéctica y retórica) y el Quadrivium (aritmética, geométrica, astronomía y música).

    Eran buenos con la orfebrería: Utilizaban el método de la filigrana (mezcla del oro con el hilo), el desgastado de las piedras semipreciosas, los arcos de herradura....

    Sobre la arquitectura hay que destacar: La Iglesia San Juan de Baño, San Pedro de la Nave, los relieves geométricos o historiados.

    A mediados del siglo VII el reino visigodo entró en crisis debido a la incapacidad de la monarquía para cobrar tributos y mantener su autoridad.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Conquista y romanización: La pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica.



      Romanización: Periodo histórico comprendido entre el desembarco en Emporio hasta el imperio de César Augusto, así como a los hechos históricos que conforman dicho periodo.

      La conquista se inició en el siglo III a.C y concluyó tras un proceso largo y complejo en el siglo V a.C.

      La conquista de la Península Ibérica se realizó en diversas etapas:

      La primera consta desde el año 218 a.C hasta el 197 a.C (conquista del este y el sur peninsular). Los romanos querían impedir que el ejército cartaginés siguiese avanzando. Aníbal, jefe del ejército cartaginés, envió dos ejércitos para atacar a los romanos que desembarcaron en Emporio en el año 218 a.C.
      Roma contraatacó invadieron a los cartagineses y la victoria romana puso fin a la presencia cartaginesa en Hispania.

      La segunda consta desde el 197 a.C hasta el 133 a.C (centro y oeste peninsular). Se caracteriza por la gran resistencia que opusieron los pueblos indígenas como los lusitanos, en la que destacó Viriato, líder lusitano y la resistencia celtíbera en Numancia hasta su rendición en el año 133 a.C.

      La tercera consta desde el 29 a.C hasta el 19 d.C (conquista norte y pirineos). La conquista finalizó en tiempos de Augusto, que fue el primer emperador romano con la dominación de las tribus de cántabros y astures

     Al finalizar la conquista, Augusto lo dividió en tres partes: La Baética (Córdoba), Tarraconensis (Tárraco) y la Lusitana (Emerita Augusta), aunque más adelante se crearon nuevas provincias como Carthaginensis, la Gallaecia y la Balearica.

     Roma introdujo diferentes novedades: El latín se impuso como lengua común y tenían una religión politeísta,  aunque en el siglo I, el cristianismo se difundió por el imperio romano y por Hispania.

     Fueron unos grandes y brillantes ingenieros y grandes constructores de obras públicas como:

  • Acueductos (Segovia)
  • Murallas (Lugo)
  • Puentes (Mérida)
  • Arcos (Tarragona)
  • Templos (como el de Diana en Mérida)
  • Anfiteatros (como el de Itálica en Sevilla)
  • Teatros (Mérida)

Los pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios, griegos y cartagineses.



     A partir del primer milenio a.C se van a producir una serie de invasiones y colonizaciones de pueblos del mediterráneo que introducirán en la Península Ibérica avances culturales muy importantes.

   Los Fenicios y Griegos, fueron pueblos procedentes del Mediterráneo Oriental, acudieron a la Península Ibérica atraídos por su riqueza mineral (plata, oro, hierro y estaño).


   Los fenicios crearon sus primeras colonias en el sur peninsular, en la que destaca Cádiz. Tenían tres puertos comerciales (Tiro, Sidón y Biblos) e introdujeron el salazón del pescado.


 Los griegos se movieron por fines comerciales, introdujeron la moneda y fundaron enclaves coloniales como en Gerona y Málaga.


   Los cartagineses tienen un origen fenicio, se asentaron en Cartago y tuvieron problemas con roma. Mediante las guerras púnicas, roma llegó a la Península Ibérica.


Se produció un movimiento migratorio en el s. V a.C, asentándose como pueblos prerromanos. Estos son:


 Los celtas: Pueblos asentados al norte, se dedicaban al pastoreo, tenían una metalurgia con esmaltado y vivían en zonas altas con casas circulares y sin ningún orden establecido.



   Los íberos: Se gobernaba en una monarquía y tenían una economía abierta y autosuficiente, tenían el dominio de la escritura y solían hacer rituales como la inhumación e incineración. Sobre el arte principalmente hacían cerámica y arquitectura.


  Los tartessos: Se conocen a través de la biblia, tenían un sistema monárquico y tenían rey y creencias: creían en dos dioses principalmente (Habidis y Gargoris). Eran pueblos ganaderos y utilizaban la metalurgia. Han dejado dos tesoros: El Carambolo y La Alizeda.



miércoles, 14 de noviembre de 2012

El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos.

   
         La hominización es el conjunto de procesos evolutivos que ha llevado a la aparición del hombre a partir de los homínidos predecesores.

         Los primeros homínidos que poblaron la Península Ibérica hace 800.000 años fue el Homo Antecessor, cuyos restos fueron encontrados en la Sierra de Atapuerca (Burgos). En este mismo lugar se han localizado restos del Homo Heidelbergensis de hace 350.000 años de antigüedad, aunque también se han encontrado abundantes piezas del Homo Neanderthalensis con 45.000 años de antigüedad.

        El Homo Sapiens llegó a Europa hace 40.000 años.

        Todos los primeros pobladores de la península eran nómadas y se dedicaban a la caza, la pesca y recolección de frutos.

        En el paleolítico podemos diferenciar diferentes etapas: 

  •   Paleolítico Inferior (2.000.000 a.C - 90.000 a.C). En esta etapa se han descubierto utensilios para obtener un filo y bifaces, junto con restos de animales para alimentarse.

  • Paleolítico Medio (95.000 a.C - 35.000 a.C). Se han encontrado raederas, puntas, cuchillos... utilizados por el Homo Neanderthalensis encontrados en lugares como en Peña Miel (La Rioja) o El Castillo (Cantabria).

  • Paleolítico Superior (35.000 a.C - 10.000 a.C). Empezaron a utilizar nuevos materiales como el hueso y se encontraron las pinturas rupestres, creadas por el Homo Sapiens.

      Todos estos descubrimientos arqueológicos sirvieron para explicar la antigüedad del poblamiento de Europa y para acercarnos un poco más al descubrimiento de dónde procede el ser humano.

      Los arqueólogos más importantes que estuvieron en la Sierra de Atapuerca son: J. L. Arsuaga, Eduardo Carbonell y Bermúdez de Castro.