Los siglos XIV y XV estuvieron marcados por una profunda crisis demográfica, económica y política. En Castilla, la crisis tuvo su apogeo en el siglo XIV, mientras que Aragón y Cataluña fue en el siglo XV.
Crisis demográfica: Las malas cosechas, se repitieron a lo largo de estos siglos. Las técnicas agrícolas no habían evolucionado lo suficiente para evitar los estragos causados por la mala climatología.
En estas circunstancias de desnutrición, la población era fácilmente atacada por las epidemias, la peste negra fue la más brutal, pero no la única. Aproximadamente la población descendió entre el 20-40 %.
Crisis económica: La crisis demográfica golpeó duramente a una agricultura que no había evolucionado. Amplias zonas se despoblaron reduciéndose las tierras puestas en cultivo a la vez que, en muchas zonas, escaseaba la mano de obra campesina. El descenso de las rentas de los grandes propietarios fue la consecuencia de esta situación. Esta situación llevo a que en Castilla la ganadería trashumante ovina se impusiera como principal actividad económica.
La artesanía también tuvo un descenso en la demanda provocado por el descenso demográfico y el empobrecimiento de la población.
El comercio fue la actividad menos afectada: el comercio castellano continuo creciendo, basado en la exportación de producto textiles y la importación de productos manufacturados de lujo mientras que en el comercio catalán se basó de productos exportados de textiles y la importación de sedas y especias.
Crisis social: la disminución de ingresos en la nobleza llevó a que los grupos sociales dominantes intensificaran la explotación del campesino, estableciendo nuevas y más duros derechos sociales. La reacción campesina llevo a diversos levantamientos en el siglo XV como la guerra de Irmandiña (1457) en Galicia o los payeses de remensa en Cataluña. Este conflicto termino con la sentencia arbitral de Guadalupe (1486) adoptada por Fernando el Católico.
Crisis política: El foco del conflicto principal de la pugna entre los monarcas y los grupos privilegiados, nobleza y clero por la hegemonía politica
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