Proceso de hominización
martes, 21 de enero de 2014
Gobierno y administración en el imperio colonial
Las tierras conquistadas fueron incorporadas a la Corona de Castilla, que financió la empresa del descubrimiento y controló su colonización mediante el establecimiento de un monopolio sobre la inmigración y el comercio.
Se crearon dos virreinos: el de Nueva España al norte, que comprendía América Central y las islas caribeñas; y el de Perú, que se extendía por América del Sur hasta la Patagonia. Dentro de los virreinatos se crearon las gobernaciones, unidades político-administrativas más pequeñas. Los virreyes y los gobernadores tenían las máximas atribuciones de gobierno en sus territorios.
Estos nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos para Castilla y, en general, para la corona.
Los colonizadores buscaban fuentes de recursos en la explotación de la tierra y de las minas, con la ayuda del trabajo de los nativos. Las tierras fueron repartidas entre los colonizadores, a los que se les entregaba una finca y un grupo de indios. De esta manera surgieron las encomiendas, muy difundidas entre Perú y México.
Aunque en teoría los indígenas eran libres y súbditos de la Corona, en la práctica acabaron sometidos mediante formas semifeudales de explotación.
Las Nuevas Leyes de Indias (1542) fueron incumplidas de forma sistemática, a pesar de las denuncias,
La corrupción y la explotación de los indígenas fueron desde el principio rasgos destacados de la administración en América.
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